Un reciente estudio efectuado por el Consorcio Unión para el Desarrollo Sustentable (UNES) en 48 gestantes y 30 niños menores de tres años reveló que en este grupo los niveles de contaminación en La Oroya (Junín) superan los límites permisibles, de acuerdo a los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La población urbana de esa localidad está expuesta a millones de partículas de plomo en el aire, el agua y el
suelo.
Según el informe, en las mujeres gestantes se obtuvo un promedio de contaminación de 39,49% miligramos de plomo por decilitro de sangre (mg/dl), muy por encima del límite indicado por la OMS, que es de 30 mg/dl en mujeres en edad de procrear. En niños, los resultados establecen un promedio de 41,81 mg/dl, cuando el límite permisible es de 10 mg/dl, de acuerdo al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, con sede en Atlanta
(EE.UU).
El plomo tiene efecto nocivo en los sistemas hepático, renal, reproductivo y gastrointestinal. Es grave la situación de los niños que absorben el peligroso mineral por la vía digestiva y respiratoria. Los efectos se manifiestan en el sistema nervioso central y causan daños neuroconductuales, como trastornos de comportamiento, retardo en el crecimiento y alteraciones en la audición.
La investigación recomienda desarrollar planes de monitoreo y evaluación para grupos vulnerables, principalmente en el radio urbano donde se ha verificado altos niveles de concentración de plomo en la
sangre.
Cabe recordar que una evaluación de la calidad del aire, ríos y suelos realizada en 1999 en La Oroya por la empresa Equasa registró niveles significativos de contaminación con partículas de
plomo.
Victor Baldeón, coordinador regional de los delegados ambientales de Yauli-La Oroya, afirma que "los efluentes líquidos, los residuos sólidos y las emisiones gaseosas que genera el Complejo Metalúrgico de La Oroya es el principal factor de contaminación en la
zona".
Baldeón señaló que, coincidentemente, la Dirección de Asuntos Ambientales del Ministerio de Energía y Minas aprobó en octubre de 1999 la modificatoria del Plan de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) de Doe Run Perú. "El funcionario que participó en ese proceso se desempeña hoy como director de Asuntos Ambientales de esa organización", expresó el
dirigente.
Doe Run Perú, que administra el complejo, está catalogada como empresa en proceso de adecuación ambiental y tiene plazo hasta el 2007 para realizar los proyectos contenidos en su PAMA, tal como indica su reporte correspondiente a 1999. En los primeros años estaría priorizando el tratamiento de los efluentes líquidos, en el período intermedio la concentración de los gases de dióxido de azufre y en el período final la construcción de una planta de ácido sulfúrico para procesar los gases concentrados.